El mercado consumidor es cada vez más exigente, buscando productos que no solo sean saludables, sino también producidos de manera ética y ambientalmente responsable. En este escenario, la acuicultura orgánica surge como una valiosa oportunidad para productores de camarón y pescado que desean diferenciar su producto, acceder a mercados de mayor valor agregado y fortalecer la sostenibilidad de sus operaciones.
Pero, después de todo, ¿qué se necesita para adaptarse a este modelo productivo y obtener la codiciada certificación orgánica? El proceso implica una reestructuración del manejo, con foco en el equilibrio del ecosistema y el bienestar animal, exigiendo un control riguroso de todas las etapas del ciclo.
¿Qué Define la Acuicultura Orgánica?
A diferencia del sistema convencional, la acuicultura orgánica se basa en principios que buscan la sostenibilidad del cultivo en todas sus dimensiones. Se define por la prohibición del uso de insumos sintéticos, como fertilizantes químicos, agrotóxicos, antibióticos y hormonas promotoras de crecimiento. El enfoque está en la prevención de enfermedades, el respeto al comportamiento natural de las especies y el mantenimiento de la calidad del agua y el suelo, considerando la finca como un organismo vivo e integrado.
Principales Requisitos para la Producción Orgánica
Para transformar una finca convencional en una unidad de producción orgánica, el productor debe adecuarse a una serie de criterios técnicos establecidos por las normas de certificación. Los pilares principales son:
- Calidad del Agua y Ubicación de la Finca: La unidad productiva debe estar ubicada en áreas libres de contaminación por agrotóxicos o residuos industriales. La captación de agua debe ser de fuentes comprobablemente limpias, y la descarga de los efluentes debe ser tratada para no impactar el medio ambiente local.
- Origen de las Postlarvas y Alevines: La producción debe, preferentemente, comenzar con formas jóvenes (postlarvas de camarón o alevines de pescado) provenientes de reproductores de sistemas orgánicos certificados. Si no están disponibles, las normas permiten la adquisición de animales de sistemas convencionales, siempre que pasen por un período de conversión y purificación en la finca orgánica.
- Alimentación y Nutrición: Este es uno de los puntos más críticos. La ración suministrada a los animales debe estar compuesta mayoritariamente por ingredientes de origen orgánico certificado. Está prohibido el uso de Organismos Genéticamente Modificados (OGM), harinas de origen animal terrestre, colorantes y estimulantes de apetito sintéticos. La nutrición debe buscar la salud y la resistencia natural de los animales.
- Manejo Sanitario y Bienestar Animal: La prevención es la palabra clave. El uso profiláctico de antibióticos y otros medicamentos alopáticos está vedado. El control de enfermedades debe hacerse mediante buenas prácticas de manejo, uso de probióticos, prebióticos, fitoterapéuticos y, en el caso de los peces, vacunas autorizadas para uso en sistemas orgánicos.
- Densidad de Estocaje: La densidad de población en los estanques y tanques debe ser menor que la practicada en los sistemas intensivos convencionales. Esto garantiza más espacio para los animales, reduce el estrés, mejora la calidad del agua y disminuye la competencia por el alimento, contribuyendo directamente al bienestar y la salud del lote.
- Sostenibilidad e Impacto Ambiental: El productor debe presentar un plan de manejo ambiental que contemple la gestión de residuos, la preservación de áreas de vegetación nativa en el entorno de la finca y la conservación de la biodiversidad local.
El Proceso de Certificación: Paso a Paso
La obtención del sello orgánico es la validación de que la finca cumple con todas las normativas. El proceso generalmente sigue estos pasos:
- Elección de la Certificadora: El primer paso es contratar una empresa certificadora acreditada por la autoridad competente (en muchos países, el equivalente al Ministerio de Agricultura).
- Documentación y Adecuación: El productor debe elaborar un Plan de Manejo Orgánico detallado y adecuar todas las prácticas de la finca a las exigencias de la legislación.
- Auditoría e Inspección: La certificadora realiza una visita técnica detallada para verificar que las prácticas descritas en el plan se están siguiendo rigurosamente en el campo.
- Emisión del Certificado: Si la finca está en conformidad, recibe el certificado de conformidad orgánica, que autoriza el uso del Sello del Sistema de Evaluación de la Conformidad Orgánica en sus productos.
Cómo un Software de Gestión Facilita la Certificación Orgánica
La principal exigencia de un proceso de certificación es la trazabilidad. El productor debe comprobar, con datos precisos, el origen de cada insumo, el manejo aplicado en cada estanque y el historial de cada lote. Hacer este control manualmente es complejo y propenso a errores.
Es aquí donde un software de gestión como Despesca se convierte en una herramienta indispensable. Con él, el productor puede:
- Registrar el Origen de los Insumos: Controlar el stock de ración orgánica, probióticos y otros insumos permitidos, registrando lotes, proveedores y facturas.
- Monitorear Parámetros y Manejos: Ingresar diariamente datos de calidad de agua, biometrías, alimentación y cualquier ocurrencia sanitaria, creando un historial completo y confiable para cada estanque.
- Garantizar la Trazabilidad del Lote: Acompañar el desarrollo de los animales desde la llegada de las postlarvas/alevines hasta la cosecha, generando informes detallados que son cruciales para las auditorías.
- Analizar Costos y Viabilidad: Incluso en un sistema orgánico, el control financiero es vital. El software ayuda a calcular los costos de producción de forma precisa, garantizando la sostenibilidad económica del negocio.
La transición hacia la acuicultura orgánica es una inversión estratégica que exige planificación, disciplina y un control de datos impecable. Al combinar las buenas prácticas de manejo con la tecnología de gestión, el productor no solo facilita la obtención de la certificación, sino que también construye una operación más resiliente, sostenible y rentable.