La visita de un organismo fiscalizador no debe ser motivo de pánico, sino más bien una confirmación de que se están aplicando las buenas prácticas de producción y gestión. Para el productor de camarones o peces, cumplir con las legislaciones ambientales y sanitarias es un pilar fundamental, no solo para evitar multas y sanciones, sino también para asegurar la sostenibilidad del negocio, el acceso a mercados más exigentes y a líneas de crédito.
Una fiscalización, ya sea ambiental o sanitaria, es un procedimiento estándar que busca garantizar que la actividad productiva se desarrolle en equilibrio con el medio ambiente y que el producto final sea seguro para el consumidor. La organización y el registro detallado de todas las operaciones de la granja son los mayores aliados del productor en este momento.
Fiscalización Ambiental: El Enfoque en la Sostenibilidad de la Producción
La principal preocupación de los organismos ambientales es el impacto de la actividad acuícola en los ecosistemas. El fiscal verificará si la granja opera de manera que minimice estos impactos, con base en licencias y autorizaciones que regulan el emprendimiento. Los puntos clave a tener en cuenta son:
- Licenciamiento Ambiental (Permiso Ambiental): Este es el documento más importante. El productor debe tener y presentar la Licencia de Operación (LO), que autoriza el funcionamiento de la actividad. Los inspectores también pueden solicitar las licencias anteriores, la Licencia Previa (LP) y la Licencia de Instalación (LI), para verificar que todas las etapas del proyecto hayan seguido las condiciones establecidas.
- Permiso de Uso del Agua (Concesión de Agua): Toda captación de agua (de ríos, pozos, lagos) y la descarga de efluentes en cuerpos de agua deben ser autorizadas por el organismo gestor de recursos hídricos. La concesión define los volúmenes permitidos para la captación y los estándares de calidad para la descarga del agua, siendo un ítem de verificación obligatoria.
- Manejo de Efluentes y Residuos: Se verificará cómo la granja trata el agua antes de devolverla al ambiente. La existencia y eficiencia de las lagunas de sedimentación, filtros u otros sistemas de tratamiento son cruciales. De igual manera, la disposición correcta de los residuos sólidos, como envases de alimento balanceado, insumos y animales muertos, será inspeccionada para evitar la contaminación del suelo y del agua.
- Áreas de Preservación Permanente (APP) y Reserva Legal (RL): El fiscal comprobará si los límites de la granja respetan las APP (como las franjas de vegetación ribereña alrededor de ríos y nacientes) y si la Reserva Legal está debidamente registrada y conservada, según lo exige la legislación ambiental.
Fiscalización Sanitaria: Garantía de un Producto Seguro y de Calidad
El enfoque de la vigilancia sanitaria es la inocuidad alimentaria, desde el cultivo hasta la cosecha y el procesamiento. El objetivo es garantizar que el pescado que llega al consumidor esté libre de contaminaciones y haya sido producido bajo condiciones adecuadas de higiene.
- Trazabilidad: Este es un punto cada vez más exigido. El productor necesita comprobar el origen de sus insumos. Esto incluye facturas de las post-larvas o alevines (comprobando su procedencia de laboratorios idóneos), de los lotes de alimento balanceado y de cualquier medicamento o probiótico utilizado. El registro de qué lote de alimento se usó en cada estanque y en qué período es fundamental.
- Buenas Prácticas de Manejo (BPM): Los fiscales evalúan los procedimientos operativos de la granja. Esto implica la verificación del almacenamiento del alimento (lugar seco, aireado, sobre tarimas), el control de la calidad del agua de los estanques (registros de monitoreo de parámetros), y las prácticas de alimentación y biometría, que indican un manejo cuidadoso.
- Control de Enfermedades: Es necesario presentar un plan de manejo sanitario. El uso de medicamentos debe realizarse con prescripción de un profesional habilitado y los registros de aplicación (dosis, período, estanque) deben estar disponibles. La notificación de enfermedades de declaración obligatoria a los organismos de defensa sanitaria también es verificada.
- Higiene de las Instalaciones y Equipos: La limpieza general de la granja, de los equipos de manejo (redes, baldes), de las instalaciones de apoyo y, principalmente, del área donde se realiza la cosecha y el procesamiento (si lo hay), es rigurosamente inspeccionada.
Cómo la Tecnología de Gestión Prepara la Granja para Fiscalizaciones
Mantener todos estos documentos, registros y comprobantes organizados manualmente es una tarea compleja y sujeta a errores. Aquí es donde un software de gestión como Despesca se convierte en una herramienta estratégica indispensable.
Con un sistema de gestión, el productor centraliza toda la información crítica en un solo lugar. Es posible registrar la entrada de insumos con facturas y lotes, controlar el stock de alimento y medicamentos, y anotar diariamente todos los manejos realizados, desde la medición de parámetros del agua hasta la aplicación de productos. Durante una fiscalización, en lugar de buscar papeles y hojas de cálculo dispersas, el productor puede generar informes de trazabilidad completos e historiales de manejo de cada estanque con solo unos pocos clics, demostrando organización, control y profesionalismo. Además, el sistema puede emitir alertas sobre la validez de licencias y permisos, evitando que la granja opere de forma irregular por descuido.
En resumen, estar preparado para una fiscalización no se trata de temer la visita de un inspector, sino de adoptar una cultura de gestión organizada y proactiva. La regularización y el registro detallado de las operaciones protegen al productor, valorizan su producto y garantizan la permanencia de su actividad en el creciente mercado de la acuicultura.