La adquisición de postlarvas de camarón y alevines de peces representa uno de los momentos más críticos y fundamentales para el éxito de cualquier ciclo productivo en la acuacultura. La calidad genética y sanitaria del lote inicial es un pilar para un buen desempeño zootécnico. Sin embargo, un aspecto a menudo tratado como mera burocracia es el transporte de estos animalitos hasta la finca. La Guía de Movilización Animal (GTA), documento zoosanitario oficial, es la herramienta que garantiza la legalidad y, principalmente, la trazabilidad y el control sanitario de este movimiento.
La Guía de Movilización Animal es un documento obligatorio para el tránsito de animales vivos, huevos y otros materiales de multiplicación animal. Emitida por los organismos de defensa agropecuaria, la GTA tiene como principal objetivo la prevención y el control de la diseminación de enfermedades. Para el camaronero y el piscicultor, exigir y cotejar la GTA a la llegada de las postlarvas y alevines es más que una obligación legal; es una medida de bioseguridad indispensable. Asegura que los animales fueron producidos en un establecimiento legalizado e inspeccionado, que sigue las normas sanitarias vigentes, minimizando el riesgo de introducir patógenos en tu producción. ¡Así evitas que te metan gato por liebre!
El proceso de emisión de la GTA se inicia en el establecimiento de origen de los animalitos, es decir, en la larvicultura o en la piscicultura proveedora. El productor de formas jóvenes debe estar debidamente registrado en el organismo de defensa sanitaria de su estado y mantener sus planteles bajo un riguroso control sanitario, con informes negativos para las principales enfermedades de notificación obligatoria.
Al realizar la venta, el proveedor debe acceder al sistema informatizado del organismo de defensa y completar la información requerida, como datos del remitente y del destinatario (incluyendo el registro de la finca de destino), especie, cantidad de animales, medio de transporte y ruta. La emisión de la guía comprueba que la movilización se está realizando conforme a las exigencias del Programa Nacional de Sanidad Acuática.
La responsabilidad sobre la legalidad del transporte es compartida. El productor que recibe las postlarvas o alevines tiene el deber de exigir la GTA al transportista al momento de la entrega. Es fundamental verificar que los datos del documento correspondan a la carga recibida (especie, cantidad) y que tu propiedad figure correctamente como el destino final. Después de la recepción, el productor debe realizar el «cierre» de la GTA ante el organismo de defensa local, informando que los animalitos llegaron a su destino. Este procedimiento es crucial para la trazabilidad, permitiendo que, en caso de un brote de enfermedad, sea posible identificar rápidamente el origen y los posibles lugares de diseminación. ¡No te hagas el loco con esto!
Transportar o recibir animales acuáticos sin la debida GTA es una infracción grave. Las consecuencias van desde la aprehensión y sacrificio de la carga hasta la aplicación de multas fuertes para el transportista y para el productor. Además del perjuicio económico inmediato, la práctica pone en riesgo todo el estatus sanitario de la región, pudiendo llevar a la interdicción de la propiedad y a la propagación de enfermedades que impactan la productividad de toda una cadena productiva. ¡No te arriesgues a que te metan un «problemón»!
Mantener el control sobre toda la documentación de entrada y salida de una finca acuícola, incluyendo GTAs, facturas y informes sanitarios, puede ser un camello. La utilización de un software de gestión, como Despesca, centraliza y organiza esta información de forma eficiente. En el sistema, es posible registrar los datos de cada lote recibido, adjuntar la copia digital de la GTA correspondiente y vincular esta información al ciclo productivo. Esto no solo facilita la comprobación de la legalidad de tus operaciones durante una fiscalización, sino que también crea un historial robusto que es valioso para la gestión zootécnica y para la obtención de certificaciones de calidad. Al digitalizar y organizar estos registros, el productor gana seguridad, agilidad y una base de datos sólida para la toma de decisiones estratégicas. ¡Así no te haces bolas con los papeles!